sábado, 23 de agosto de 2008

Huellas


Hay personas que pasan por nuestra vida como si nada; que lo mismo da si hubieran o no estado. Otras que están, y que siempre estarán porque son tan importantes que no se puede prescindir de ellas, porque nos constituyen, porque son parte de quien somos... Pero tambien hay personas que uno sabe bien, muy en el fondo lo sabe, que aparecen en ese momento específico de nuestras vidas por alguna razón y están ahi porque van a tocar puntos clave de nosotros, porque nos van a dejar su huella... para seguir andando el camino...




Huellas

Una pareja venía caminando por la sabana, en el oriente del África, mientras nacía la estación de las lluvias. Aquella mujer y aquel hombre todavía se parecían bastante a los monos, la verdad sea dicha, aunque ya andaban erguidos y no tenían rabo.
Un volcán cercano, ahora llamado Sadiman, estaba echando cenizas por la boca. El cenizal guardó los pasos de la pareja, desde aquel tiempo, a través de todos los tiempos. Bajo el manto gris han quedado, intactas, las huellas. Y esos pies nos dicen, ahora, que aquella Eva y aquel Adán venían caminando juntos, cuando a cierta altura ella se detuvo, se desvió y caminó unos pasos por su cuenta. Después, volvió al camino compartido.
Las huellas humanas más antiguas han dejado la marca de una duda.
Algunos añitos han pasado. La duda sigue.



Eduardo Galeano- Bocas de tiempo

1 comentario:

Xi dijo...

El secreto de las huellas, más que la marca, es el polvo que bajo el zapato quedó. Y saber que todos los que pasaron te ayudan un poco a pasar.

Un abrazo en tránsito.